Fajas preparto y posparto: ¿sí o no?
¿Acabas de dar a luz y quieres recuperar tu figura?, ¿has tenido una cesárea y tienes molestias?, o ¿estas embarazada y te han recomendado una faja, pero no sabes cual comprar?
Vamos a intentar dar respuesta a estas cuestiones que suelen repetirse a diario en mi consulta.
Por lo primero que hay que empezar es por definir QUÉ TIPOS DE FAJAS existen:
Están las fajas pélvicas, y las fajas abdominales. Su principal diferencia radican en las dimensiones que tienen, y en la zona que se colocan.
Las pélvicas solamente cubren la zona del pubis por delante y el sacro-coxis por detrás, y las abdominales se extienden por parte o la totalidad del abdomen.
Es decir, explicado de otro modo, las fajas pélvicas sostienen los huesos de la pelvis, y las abdominales cierran o protegen a la musculatura.
¿PORQUÉ PODEMOS NECESITARLAS DURANTE EL EMBARAZO?
Durante todo el embarazo, los niveles de una hormona llamada Relaxina aumentan progresivamente haciendo que todas las articulaciones se vuelvan mas laxas. Esto es muy necesario, puesto que tus caderas se están preparado para el momento del parto y de ahí la importancia que tiene el hecho de que te muevas de una forma saludable durante tu gestación, para que tu pelvis esté lo mas libre posible.
Cuando tenemos un suelo pélvico y unos abdominales sanos, como éstos tienen un importante papel estabilizador de la pelvis y la columna, no tiene porqué haber ningún problema.
Sin embargo, si no se encuentran bien, porque tengas alguna patología, o porque no te rehabilitaste en tu embarazo anterior, es posible que dicha movilidad sea demasiada y se produzca lo que llamamos inestabilidad pélvica, ocasionando las típicas molestias como dolor de pubis, ciáticas o lumbalgias.
Un buen embarazo y parto dependen del equilibrio perfecto entre:
- Mantener la estabilidad por parte del sistema muscular y ligamentario…
- Pero a su vez de la elasticidad y distensibilidad de dichos tejidos.
Como siempre, recomendamos hacer una valoración del suelo pélvico y de tus abdominales y así poder aconsejarte sobre ejercicios que estabilicen y protejan tu pelvis de forma natural, sin necesidad de fajas.
Si tuvieras muchas molestias:
Te vamos a aconsejar el uso de la faja pélvica, junto con los ejercicios de corrección postural, pero sobre todo insistiremos en ¡la correcta colocación!, ya que por desgracia, muchas imágenes en internet o incluso los propios prospectos de las mismas fajas, no son muy acertados.
- Faja pélvica bien colocada: a la altura del pubis y al mismo nivel que la articulación sacro-iliaca, para estabilizar la pelvis menor, y poder hacer una corrección postural por tí misma con tu musculatura abdominal profunda. A las mamis que pasáis por mi consulta sabéis de qué os hablo ¡¡»cremallera arriba»!!
- Faja pélvica mal colocada: por encima del pubis, y a la altura de las lumbares. Provocando mas aumento de la lordosis lumbar, y generando a la larga, más congestión en el pubis y dolor de espalda para tí. Por no hablar de la desalineación de tu bebé, aumentando las probabilidades de un mal encajamiento y dificultando la natural progresión del parto.
¿CUANDO SON ACONSEJABLES LAS FAJAS?
Nosotros siempre proponemos usar las fajas pélvicas INMEDIATAMENTE TRAS EL PARTO: desde la salida de paritorio, día y noche durante los tres primeros días, y durante toda la cuarentena, en los momentos que preveas que vas a estar tiempo de pie. Tanto en partos por vía vaginal como en cesáreas (siempre que lo permita el medico).
La laxitud articular que continua ocasionándote la Relaxina, y el hecho de que tu suelo pélvico se ha distendido considerablemente, hace que tu pelvis y órganos internos se encuentren realmente desprotegidos. De ahí que el descanso en el periodo de cuarentena ¡deba ser sagrado!, y le demos gran importancia a la protección de la zona. Muchas de las lesiones de suelo pélvico y prolapsos acontecen en esta etapa, y no en el mismo parto tal y como se podría pensar.
Desde las primeras horas nos interesa el cierre la pelvis menor, y de ésta forma estaremos evitando:
- los futuros dolores púbicos o sacro-lumbares, permitiendo la pronta recuperación de los abdominales.
- así como los riesgos infecciosos y tromboflebíticos, la posible retroversión uterina y hemorragias.
Como hemos mencionado antes, debe ajustarse a la altura del pubis, por lo menos 5 cms por debajo de los huesos de la cadera. Asegúrate de que la faja está bien sujeta a tus caderas y colocada alrededor de tus nalgas.
Se fija firmemente con su sistema de velcro. Algunos modelos tienen un doble sistema de velcro para otorgar varios niveles de compresión: has de llevarla apretada pero no tan fuerte como para que te haga sentir dolor.
Para ampliar información sobre todo lo que puedes hacer en tu embarazo y posparto, puedes leerte el articulo «el caso de María».
A modo de resumen, te recordamos que durante la cuarentena:
- Justo tras salir del paritorio, la colocación de la faja pélvica.
- Iniciar cuanto antes los ejercicios respiratorios y de descongestión que aprendimos durante la preparación al parto («respirar con cremallera»). Así como suaves contracciones de suelo pélvico («los 1-3») a las 24h si tu médico te lo permite.
- No levantar pesos ni hacer esfuerzos que impliquen un aumento de la presión intrabdominal.
- Evitar posiciones que provoquen un estiramiento excesivo del suelo pélvico.
- Evitar el estreñimiento, ¡queda prohibido empujar durante la defecación!, y para ello te será muy necesario cambiar la postura colocando un banquito que te eleve las piernas.
- Y sobretodo, tener mucha paciencia… que esta etapa es la mas dura de todas. Consulta a tu matrona, a tu medico y a tu fisio todo lo que necesite
- A la semana ya puedes hacer las contracciones «mantenidas de suelo pelvico» («el 5-5»).
- y no olvides nuestra Revisión tras la cuarentena, e iniciar los hipopresivos a partir de los 3 meses posparto.
¿Y entonces, las fajas abdominales?
Yo personalmente las desaconsejo durante el embarazo y también en el posparto, ya que estamos dando un soporte «artificial» a nuestra columna y pelvis, y esto sólo hará que nuestra musculatura abdominal a la larga, se atrofie.
Sin embargo, en caso de lesiones de la pared abdominal muy graves como hernias (roturas de tejido) o diastasis de mas de tres centímetros, o tras cesáreas que provoquen molestias, se puede pautar su uso, siempre y cuando se trabaje de forma conjunta con un protocolo específico de ejercicios. En estos casos, la Gimnasia Abdominal Hipopresiva será una gran aliada para tí.
No es nuestra intención hacer propaganda de ninguna faja en concreto, ya que cada mujer debe buscar la que mejor se adapte a sus necesidades, y mientras esté bien colocada y cumpla su función, ¡es mas que suficiente!. Sin embargo, nosotros en consulta solemos proponer esta marca, Faja pelvica Shrinkxhips, pues tiene unos velcros bastante fuertes. Las tenemos disponibles para nuestras pacientes que realizan sus sesiones de preparación al parto con nosotros a un precio de 36€.
Nos consta que mucha smujeres usan sábanas o pañuelos ajustados, y van igual de bien.
Muy interesante artículo. Yo tras el parto utilicé una faja pélvica por la recomendación de mi matrona (hasta entonces solo conocía las fajas abdominales) y me fue muy bien.
Es cierto que aún son poco conocidas. Muchas gracias por tu comentario!